Si bien se mantiene la probabilidad de intensas precipitaciones para las próximas horas, en los sectores más inundados el agua "drena con rapidez" por el calor y la sequía del último mes. En la zona oeste, varias calles siguen tapadas por el agua.
“Con este calor, si llueve y para, el agua drena; el problema es si no paraba de llover”, comentó una de las autoridades de Obras Sanitarias al analizar el impacto de la fuerte tormenta que afectó a Mar del Plata entre el miércoles y esta madrugada. El fenómeno, de una intensidad histórica, dejó varias zonas anegadas y este jueves al mediodía, lentamente, el agua comenzó a bajar y a trasformarse en barro en las calles.
Hubo barrios anegados, sectores sin luz y familias evacuadas. Cayeron más de 100 milímetros en menos de 24 horas. Fue, por su intensidad, una de las tres tormentas más fuertes de los últimos 22 años, según los registros históricos de OSSE.
Gracias al calor -este jueves salió el sol y la temperatura superó los 26 grados- y la “importante sequía” del último mes en la ciudad, la tierra absorbió el agua de lluvia con mayor rapidez de lo esperado, aunque las complicaciones se sostienen en varios barrios y se mantiene la preocupación por el pronóstico de más lluvia para las próximas horas.
Sobre la avenida Arturo Allió varios sectores fuertemente transitados siguen llenos de agua.
Desde Defensa Civil y Obras Sanitarias coinciden en que el impacto de la tormenta hubiese sido más grave si ocurría en otro período del año, sin estas condiciones: el calor y el período de sequía, gracias a las bajas precipitaciones durante la mayor parte de enero.
LA CAPITAL salió a recorrer algunos de los barrios más damnificados por la tormenta, que afectó a varias zonas en diferentes escalas. Una vez más, el fenómeno dejó consecuencias más serias en parte del sur de la ciudad, el norte y principalmente el oeste.
Tanto en la zona sur como en el extremo norte, a la altura de Camet, el agua “drenó bastante rápido” entre la mañana y el mediodía de este jueves, mientras que los barrios que quedaron parcialmente anegados volviendo a ser los del oeste, entre ellos Don Emilio, Autódromo, Belgrano, Parque Peña, Parque Palermo y Parque Hermoso, entre otros.
Calles tapadas por el agua en el barrio Autódromo, uno de los más afectados otra vez.
En algunas de estas zonas, hasta las primeras horas de la tarde de este jueves todavía se registraban arterias totalmente anegadas, con sectores intransitables a pie y otras peligrosas para la circulación vehicular, sobre calles en estado deplorable.
Parte de la plaza del barrio Autódromo se asemeja -desde que comenzó la tormenta-, a una pileta en la que los bancos y juegos emergen del agua, una postal lamentablemente recurrente para los vecinos y comerciantes. Similar escenario se apreciaba hasta esta tarde en Don Emilio, con varias calles inundadas y otras repletas de barro, como consecuencia de los anegamientos sobre calles de tierra.
Si bien “todas las cuadrillas” de Obras Sanitarias fueron enviadas a la calle desde el miércoles para atender las urgencias denunciadas por vecinos y advertidas desde el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) junto al personal de Defensa Civil, Desarrollo Social, Salud y también la empresa EDEA, vecinos de algunos de los barrios más castigados afirmaron no haber recibido ayuda.
De hecho, al menos tres barrios continuaban sin luz hasta esta tarde: Libertad, un sector de Jorge Newbery y José Hernández.
En consecuencia, vecinos de algunos de estos barrios afectados continuaban hoy sacando el agua del frente de sus casas por su cuenta, con palos, escobas y demás elementos domésticos. El agua acumulada en los patios y veredas termina en calles total o parcialmente anegadas, según la zona.
En algunos barrios del oeste algunas calles siguen anegadas.
En Parque Peña y Parque Palermo, en tanto, el fenómeno meteorológico se sintió con fuerza y las consecuencias se multiplicaron entre las calles llenas de necesidades y obras postergadas. Sin embargo, por la pendiente, el calor y la mencionada sequía, drenó con rapidez.
Al dar cuenta de algunos de los trabajos realizados en estas últimas horas, desde OSSE remarcaron el retiro de basura del interior del sumidero en Rosales y Ruta 88 para permitir que el agua escurriera. Similares acciones se llevaron a cabo en Carasa 6390 (El Progreso), en Neuquén 3600 (Bernardino Rivadavia) en la limpieza de las bocas de tormenta, entre otras zonas. También en el Puerto, Punta Mogotes, el norte y el oeste. Asimismo se trabajó en la salida del desagüe pluvial del Arroyo del Barco con un camión grúa con el que se retiró todo tipo de basura que llega desde las bocas de tormenta, para facilitar el drenaje en la zona.
Barrios sin luz. Cuadrillas de EDEA restablecen el servicio.
“Quedan muchas zonas por atender. Trabajamos intensamente con todos los equipos en la calle. De a poco se está dando respuesta”, indicó una fuente de Obras Sanitarias en el medio de los trabajos para atender el día después de una de las tormentas más intensas de los últimos 22 años en la ciudad.
Con respecto a las dos familias que debieron ser evacuadas en medio de la tormenta, las mismas se encuentran alojadas en el CIC Martillo, donde el personal a cargo de la dependencia se negó a brindar información sobre el estado de las personas.
En el CIC Malvinas fueron evacuadas dos familias durante la tormenta.